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2 comentarios:

Anónimo16 de octubre de 2018, 0:17
CHOLOS DE MIERDAS SERRANOS APESTOSOS ASQUEROSOS
PORQUERIAS..
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Anónimo27 de octubre de 2018, 10:03
BORRACHOS DE MIERDAA APESTOSOS RIDICULOS..
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LOS MENSAJES DISCRIMINATORIOS, INJURIOSOS, AMENAZANTES Y DENIGRANTES PODRÍAN SER ELIMINADOS POR LA ADMINISTRACIÓN. GRACIAS...

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NINSHI NINSHI

ALBOROTOPOLÍTICO:
En Monzón se alborotará el gallinero político con la incorporación del líder cocalero Eduardo Ticerán al escenario. Sabemos que este personaje es un viejo zorro político cuajado, que se considera mentor de los ex alcaldes Pacharaco y Job Chávez, de quien sus adversarios tendrán que cuidarse...

Estamos seguro que habrá recomposición, alianzas, reforzamientos, nuevos jales de las listas que vienen trabajando… incluso de los que ya se sienten ganadores... Así es que señores, en política todavía nada está dicho, incluso en la provincia tendrá sus repercusiones…

Daños ambientales y sociales, los pecados de las grandes centrales hidroeléctricas

Willam E. Inga Villavicencio

La energía hidráulica se basa en aprovechar la caída del agua desde cierta altura a un nivel inferior, lo que provoca el movimiento de ruedas hidráulicas o turbinas. Dichas turbinas, a su vez, provocan un movimiento cinético de rotación, que se transmite a un generador eléctrico, y éste produce energía eléctrica. A la energía que proviene del agua se le llama energía hidráulica y del sitio de donde se obtiene, central hidroeléctrica.

El informe Represas y Desarrollo: Un Nuevo Marco para la Toma de Decisiones de la Comisión Mundial de Represas (WCD) reza: “El estado actual de conocimiento indica que las grandes represas causan muchos impactos en los ecosistemas, casi siempre negativos. Estos impactos en la naturaleza son complejos, variados y a menudo profundos. En muchos casos las represas han llevado a una pérdida irreversible de poblaciones de especies y de ecosistemas”.

Según el Instituto World Watch, la construcción de grandes embalses, altera el territorio, reduce la biodiversidad, dificulta la emigración de peces, la navegación fluvial y el transporte de elementos nutritivos aguas abajo; disminuye el caudal de los ríos, modifica el nivel de las capas freáticas, la composición del agua embalsada y el microclima y conlleva el riesgo de enfermedades.

Aunque por muchos años las grandes centrales hidroeléctricas han sido incluidas en la categoría de “energías limpias”, estas obras que en algún momento maravillaron a la humanidad con logros de la ingeniería moderna, no significan energía limpia ni son ambientalmente amigables debido a que generan impactos graves, tal como se indica líneas arriba. La experiencia y las evidencias científicas los descarta como solución eficiente y adecuada a nuestros tiempos.

Además de impactar el ambiente, también son vulnerables a los efectos de cambio climático. Se calcula que emiten el 4% de gases de efecto invernadero a nivel mundial, debido a la descomposición y putrefacción de la biomasa que emite grandes volúmenes de dióxido de carbono y metano, los dos gases de efecto invernadero más importantes. Por otro lado, no son flexibles ante los cambios de clima, al contrario, se tornan ineficientes frente a sequías e inseguros en casos de inundaciones, aumentando el riesgo de desastres.

Otra grave consecuencia, cuando se construye una central hidroeléctrica de gran envergadura, es el desplazamiento forzado de las personas y comunidades enteras, vulnerando sus derechos, particularmente el derecho a la libre circulación, a la propiedad, a la vivienda y a la indemnización adecuada.

Lamentablemente, se agravan los daños ambientales y sociales cuando se hacen las construcciones en base a decisiones descontextualizadas, netamente técnico-económicas, tomados por privados, sin ninguna consideración ambiental o social y sin ningún tipo de análisis territorial.

FUENTE: PAGINA 3 (16/02/2017)

CUANDO NO SE QUIERE TRABAJAR

EDITORIAL
Las licencias por enfermedad
Desde hace buen tiempo se denunció el uso y abuso de malos servidores del Estado, concretamente docentes, en su mayoría trabajadores de escuelas rurales, al solicitar licencias por “enfermedad”, gracias a la generosidad de algunos médicos que no los expiden de favor sino los comercializan en función a la cantidad de días a “enfermarse”.
Ante esta situación la DRE solo advirtió que aprobará y pondrá en vigencia una medida para sancionar a esos docentes, lo que hasta la fecha solo quedó en oferta y tibia amenaza, cuando ya debió coordinar con la Gerencia de Asuntos Sociales y elaborar una ordenanza regional con la respectiva reglamentación, para cortar estas licencias y además denunciar a los galenos que causan perjuicio a la educación en especial en los niveles primaria y secundaria, pues las aulas permanecen cerradas con la complicidad de los directores que no informan oportunamente de estas solicitudes, mientras los alumnos pierden el tiempo en actividades nocivas para su formación o se dedican a trabajar en el campo con sus padres.
Ahora se descubre que no solo abusaban de las licencias, sino que algunos maestros inescrupulosos falsifican los certificados médicos para no concurrir a cumplir con su responsabilidad de educar, de instruir, de impartir conocimientos. Esto debe ser sancionado drásticamente, hasta con la separación del cargo y publicar la relación de los trabajadores y de los “generosos médicos”.
Estas formas de evadir a su labor de docentes no son nuevas, siempre se ha dado, pero no se sancionó por la complicidad de algunos malos directores y trato con guantes de seda de la Dirección de Educación, que es una forma corrupta de trabajar incluso tres días a la semana en las zonas rurales, a donde nunca llegan los supervisores ni la OCI
Mano dura don Luis Colonia, moralice su sector.

DIARIO AHORA (02/08/17)

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