LA HISTORIA DE UNA CONTIENDA MAS ALLA DE LO MINERO
Informe ProJusticia
A lo largo del 2013, PROJUSTICIA ha venido informando acerca del
conflicto judicial que mantiene la empresa minera RIO MOSNA S.A. contra una de
las empresas mineras más poderosas e influyentes del país, como es MINERA
ANTAMINA S.A.C.; y aunque para algunos este conflicto puede sonar a un “lío de
blancos”, lo cierto es que las repercusiones de esta disputa van más allá de
estas partes, ya que implican –como hemos tratado de mostrar en los diferentes
informes- la definición de la provincia de Llata en particular, y de la región
Huánuco en general, como parte del área de influencia de Antamina, y por ende
la obligación que debe asumir esta empresa tanto en términos de responsabilidad
social como de pago de canon.
Por otro lado, el caso nos parece paradigmático en tanto muestra la
manera en la cual empresas como ANTAMINA buscan instrumentalizar al sistema
judicial peruano en términos de sus intereses, no solo para avalar alguna
acción contra comunidades, rondas o caseríos –como suelen ser los casos que se
denuncian- sino contra cualquier tercero que se oponga a sus intentos de
expansión, sea a través del cambio intempestivo de jueces o la presentación de
acciones en diferentes distritos judiciales. En tal sentido, la conducta de
ANTAMINA no se distancia de la asumida por otras empresas que ven a la
corrupción judicial como parte de sus prácticas corporativas, contradiciendo la
imagen de “empresa responsable” que presenta ante el país y ante el mundo.
Lo rescatable, en todo caso, es que hasta el momento RIO MOSNA ha
sabido sortear todos los obstáculos que le ha ido poniendo ANTAMINA en el
camino, logrando tres cosas que nadie había logrado contra dicha empresa: por
un lado, que la población de Huánuco tome conciencia de la presencia de esta
minera en su zona, preguntándose porqué nadie les había dicho nada al respecto;
de otro lado, que las autoridades tomen cartas en el asunto en temas como la
compra irregular de terrenos hecha a la comunidad campesina de Túpac Amaru, la
cual ha sido cuestionada por la Procuradora Pública de la Región Huánuco, Dra.
Juana Mercado Araujo; y en tercer lugar, que la Corte Superior de Huánuco
reafirme su jurisdicción sobre ANTAMINA, sacándola del reinado judicial que
esta empresa mantiene en Ancash.
Como dimos a conocer en nuestro último informe, esta última medida fue
recientemente cuestionada por ANTAMINA forzando al juzgado civil de Huari a
presentar una contienda de competencia contra el juzgado mixto de Llata, a fin
de asumir el proceso judicial que RIO MOSNA viene llevando en este juzgado para
que se respeten sus derechos mineros. Sin embargo, la Sala Civil Suprema acaba
de resolver dicha contienda a favor del juzgado mixto de Llata, de
acuerdo a lo publicado en su portal web (Exp. 04869-2013-0-5001-SU-CI-01),
tomando en cuenta que ya la instancia superior de Huánuco había fallado por
respetar la competencia de dicho órgano, con lo cual ANTAMINA deberá acatar –si
es la empresa responsable que dice ser- la decisión de la Corte Suprema y
someterse a lo que disponga la justicia de Huánuco, con todas las implicancias
que ello tiene además en términos de definición de su área de influencia.
Ante ello el presente informe presenta un balance y un resumen de toda
la historia que hasta el momento ha tenido esta disputa, sobre la cual aún no
está dicha la última palabra. Resta aún saber qué ocurrirá con la acción de
amparo presentada por Antamina ante el segundo juzgado civil de Huaraz –esto
es, dentro de su reino judicial- y con la cual seguramente buscará un
pronunciamiento del Tribunal Constitucional, con fin de alargar el proceso; y
de otro lado, resta saber si el juez a cargo del juzgado de Llata –y con éste,
la Corte Superior de Huánuco- tendrán el suficiente valor e independencia para
ponerle un límite claro a ANTAMINA y exigirle que cumpla con la ley, tal como
corresponde a cualquier empresa responsable. Esperamos por tanto que el 2014
sea un año más auspicioso para la justicia huanuqueña, y que muestre la madurez
que su población espera.
LLATA: PUEBLO CHICO, CORRUPCION GRANDE
Hace unos días estuvimos en la ciudad de Llata, capital de la provincia
de Huamalíes, en plena sierra de la región Huánuco. Fuimos allá al enterarnos
de un caso de corrupción judicial: una jueza penal liquidadora había sido
descubierta luego de recibir 400 soles de un litigante. Llegamos en plena
fiesta de la Virgen, fiesta que llena las calles de esa ciudad de bandas
costumbristas, alfombras de flores y fuegos artificiales durante casi una
semana, y que se extiende luego hasta agosto por las festividades patrias.
Extrañamente, eran pocas las personas del pueblo que estaban enteradas
del caso y menos las que nos dieron alguna información sobre lo ocurrido. Sin
embargo, las conversaciones que sostuvimos con diferentes pobladores nos fueron
conduciendo hacia otros casos de corrupción, mucho más apabullantes y
complejos, que involucran a una de las principales unidades mineras del país:
Antamina, cuyas operaciones se desarrollan aquicito nomás, a espaldas de Llata,
donde la sombra de esta empresa se viene extendiendo como un cáncer imparable.
El presente informe está dedicado, por ello, a presentar algunas de las
historias que recogimos en este viaje, historias que parecen estar
transformando a Llata de un tranquilo pueblo de comerciantes y campesinos en un
pueblo donde la corrupción empieza a campear, todo gracias a una empresa que ya
ha causado estragos sociales y políticos en otros distritos de Ancash, como San
Marcos. Esperamos por tanto que estas historias permitan que las autoridades
del Estado y de Llata tomen conciencia de lo que ocurre en este pueblo, y
eviten que termine maldecido por sus recursos naturales.
LA INVISIBLE INFLUENCIA DE ANTAMINA
Apenas llegados a Llata, nos dedicamos a buscar información sobre el
caso de la jueza, pero la mayor parte de personas con las que conversamos
apenas tenía referencias de este caso. Su preocupación estaba puesta, más bien,
en la inminente compra de unos terrenos por parte de Minera Antamina en la
zona, negocio que tiene más de un lado oscuro.
Como se sabe, Antamina inició sus operaciones en noviembre del 2001,
luego de toda una etapa de exploración y construcción de infraestructura que
duró más de tres años. En realidad, el yacimiento fue entregado en concesión
años antes, en 1996, durante el gobierno fujimorista. Para entonces, sus
reservas de cobre y otros metales ya estaban calculadas en 500 millones de
toneladas. En la actualidad, Antamina está considerada una de las 10
operaciones mineras más grandes del mundo, constituyendo una de las principales
productoras de concentrados de cobre y zinc dl país.
De acuerdo a su portal web, el complejo minero de Antamina se ubica en
el Callejón de Conchucos, en la sierra oriental de Ancash, a unos 200
kilómetros de la ciudad de Huaraz y a una altitud promedio de 4,300 metros
sobre el nivel del mar. Los datos públicos señalan también al distrito de San
Marcos como la sede principal de Antamina, siendo por ello el distrito más
beneficiado por el canon y las regalías mineras que genera esta empresa,
convirtiéndose en los últimos años en el distrito con mayores ingresos a nivel
nacional, pero también uno con los niveles más altos de corrupción e
inestabilidad local.
Lo que su portal web no indica, sin embargo, es que Antamina tiene
también importantes vínculos con Llata, ubicada a la “espalda” de sus
operaciones. Por un lado, existen dos formas de llegar a Llata: una es vía
Huánuco, en una ruta que dura aproximadamente cuatro a seis horas de viaje, y
la otra es mediante un corte de la carretera a Huaraz que pasa, precisamente, a
un lado de las operaciones de Antamina. Esta ruta es bastante utilizada por los
llatinos, ya que conecta más rápidamente con Lima, lo que hace que aquellos
conozcan bastante bien el impresionante tajo abierto de esta mina, así como su
inmensa cancha de relaves.
Esta carretera, sin embargo, no es el único vínculo de Antamina con
Llata. De acuerdo a lo que nos informaron algunos pobladores, buena parte de la
energía eléctrica que alimenta a sus instalaciones proviene o se encuentra
interconectada con Llata. Estos dos aspectos –la carretera y la energía
eléctrica- ubicarían a Llata como una zona de influencia indirecta de la mima;
sin embargo, Antamina nunca ha reconocido a Llata como parte de su área de
influencia, limitándose a darle este reconocimiento al distrito de San Marcos.
Extrañamente, Llata sí se encuentra considerada dentro de las zonas que reciben
apoyo social del Fondo Minero Antamina, junto con el distrito de Puños, otra
zona adyacente a las operaciones mineras. ¿Por qué ocurre ello?
UNA EXPANSIÓN CONTAMINANTE
Este espíritu “filantrópico” de Antamina hacia Llata respondería en
realidad, tal como nos narraron algunos campesinos del lugar, a la necesidad de
encubrir la creciente contaminación generada por dicha empresa y que ha
empezado a llegar hasta esta zona. De acuerdo a las versiones recogidas, en las
alturas de Llata hay muchos animales que se están muriendo por “causas inexplicables”;
asimismo, las cosechas cada vez rinden menos porque los suelos ya no son tan
productivos como antes, mientras que los pobladores –especialmente los niños-
están empezando a padecer también “extrañas enfermedades” que antes no existían
en la zona, incluyendo la leucemia.
Según nuestros informantes, todos estos problemas son conocidos por las
autoridades médicas de la zona, aunque son pocos los que se atreven a levantar
la voz contra la empresa minera. Y es que al igual que viene ocurriendo en San
Marcos, Huaraz o Huarmey, muchos pobladores indican que la mina ya tiene
“compradas” a la mayor parte de las autoridades del lugar, a fin de acallar
cualquier denuncia de contaminación que se presente en su contra ante el
Ministerio Público o el Poder Judicial. Lo cierto es que hasta el momento
ninguna de estas denuncias se ha hecho pública, existiendo un preocupante
silencio cómplice alrededor de las mismas.
La preocupación de nuestros informantes sobre estas denuncias se
acrecienta ante los indicios que muestran los intentos de expansión de Antamina
hacia Llata, lo que obviamente incrementaría los casos de contaminación ya no
solo en las alturas sino también en los alrededores de esta ciudad. Por lo
pronto, se sabe ya que esta compañía ha adquirido recientemente un terreno de
mil ochenta (1,080) hectáreas a la comunidad campesina de Túpac Amaru de Llata,
por la friolera de 20 MILLONES DE SOLES; esto es, a un poco más de 18,500 soles
por hectárea.
De acuerdo a los datos del MINAG, esta comunidad cuenta con
reconocimiento legal desde el 22 de diciembre de 1981, mediante resolución
directoral No. 0337-81-DR-XI-H; por su parte, sus terrenos se encuentran
registrados en la partida 11004713 de los Registros Públicos de Huánuco, con
fecha 30 de mayo de 1994. Sin embargo, más allá de estos datos oficiales, esta
comunidad no existe en realidad: de los 27 comuneros que se encuentran
formalmente inscritos, más de 20 no residen en Llata sino del lado de Huaraz.
Por ello, desde hace varios años la directiva de la comunidad se reparte entre
3 comuneros, quienes hoy se han visto favorecidos por la suerte gracias al
interés de Antamina por sus tierras.
De acuerdo a lo que nos informaron, solo 10 de los comuneros de Túpac
Amaru –que eran los posesionarios de los terrenos vendidos a Antamina-
recibieron 200 mil soles por parte de la directiva de la comunidad como pago
por sus tierras. Los 18 millones restantes, por su parte, han quedado guardados
en una cuenta que es manejada por la Junta Directiva previa aprobación de Antamina.
Algunos señalan que parte del dinero ha sido entregado a la empresa minera
MILPO, para recuperar terrenos que habían sido concesionados a esta empresa,
pero no es algo confirmado. Lo que sí está confirmado es que los otros
comuneros que no se han beneficiado de esta venta vienen presionando para que
se venda el resto de los terrenos de la comunidad a Antamina y recibir su
tajada, con lo cual la comunidad de Túpac Amaru desaparecería prácticamente del
mapa.
Sin embargo, lo más extraño del caso es que Antamina no quiere decir en
qué va a ser utilizado el amplio terreno comprado a la comunidad, ni para que
quiere seguir comprando el resto del territorio de la misma. También se sabe de
su interés en adquirir otros terrenos en la zona, sin que nadie sepa cuál es el
motivo para ello. Al respecto, en enero del 2013, a poco de cerrada la primera
venta, el vicepresidente de Asuntos Corporativos de Antamina, RICARDO MOREL,
afirmaba que “aún no hemos definido que uso le daremos al terreno adquirido,
posiblemente sean campamentos”. ¿Esta versión es creíble? ¿Acaso una empresa
como Antamina, por más dinero que tenga, va a gastar 20 millones de soles en
adquirir un terreno sin saber para que lo quiere?
ACLARANDO LAS COSAS
En realidad, el uso para estos terrenos sí estaría claro para la
empresa, aunque sabe bien que decirlo de manera pública puede costarle un
conflicto que pondría en riesgo el futuro de sus operaciones, tal como viene
ocurriendo en Yanacocha.
Para comprender ello conversamos con funcionarios de Río Mosna, una
pequeña empresa minera que viene luchando desde hace unos meses para que
Antamina deje de invadir unas concesiones que mantiene en la zona de Llata. De
acuerdo a lo informado por aquellos, el verdadero interés de Antamina sería
convertir tanto los terrenos comprados como los invadidos en un inmenso
botadero de tierra, con un volumen proyectado de 2,237 metros de desmonte en
los siguientes 12 años, tal como consta en el Estudio de Impacto Ambiental “Incremento
de Reservas y Optimización del Plan de Minado”, presentado el 2010 por Antamina
ante el Ministerio de Energía y Minas.
Reafirmando lo dicho arriba, este EIA tampoco incluye como área de
influencia al distrito de Llata, a pesar de que una mirada a los planos permite
apreciar claramente que el botadero proyectado se encuentra dentro de los
linderos del distrito. Antamina solo informó al MEM que, en tanto el nuevo
proyecto se trataba de una ampliación de su EIA presentado en el 2008, el área
de influencia seguía siendo la misma; esto es, el distrito de San Marcos. Con
ello, Antamina se libró de iniciar programas de prevención, control y
compensación ambiental para Llata, pero también de informar de sus verdaderas
intenciones sobre el uso que va a darle a los terrenos adquiridos en este
distrito.
Existe, sin embargo, otra posibilidad para los terrenos que Antamina
tiene o dice tener en Llata. De acuerdo a algunos pobladores entrevistados,
varios grupos de ingenieros y obreros han sido vistos realizando exploraciones
diamantinas en diferentes puntos de Llata, incluyendo tanto a los terrenos de
la comunidad de Túpac Amaru como otros terrenos cercanos. Para ello, incluso
algunos propietarios habrían sido engañados por Antamina solicitándoles
permisos para entrar en sus tierras sin explicarles previamente qué querían
hacer en ellas. Por tanto, existe también la posibilidad de que los terrenos
que Antamina viene comprando o usurpando sean parte de su expansión minera,
sobre todo si se considera que no existe mucho hacia dónde expandirse del lado
de Ancash.
Sea uno u otro el camino que Antamina decida seguir, lo cierto es que
los planes futuros de esta empresa implican extender su influencia hacia Llata,
y por tanto hacia sus tierras, sus aguas, sus animales y su gente. Sin embargo,
los llatinos viven literalmente de espaldas a estas intenciones, dado que
Antamina no está cumpliendo con informarles o consultarles acerca de sus planes
de expansión y los impactos que ellos pueden generar en la vida y el ambiente
de este distrito.
DAVID CONTRA GOLIAT
Frente a este panorama, hay una esperanza de que las cosas puedan
cambiar, y esa esperanza se llama Río Mosna. Y es que la lucha de esta empresa
frente a Antamina es similar a la que enfrentó al pequeño David contra el
gigante Goliat, poco más o menos.
Esta lucha se inició, en realidad, hace unos años atrás, cuando Antamina
se encontraba en pleno crecimiento. Y es que casi en el medio de las enormes
concesiones obtenidas por este gigante minero Río Mosna mantenía tres pequeñas
pero importantes concesiones: “Viejo Bromley”, “Estrella del Norte” y “Don
Augusto”. Al igual que las concesiones de Antamina, éstas se encuentran
asentadas en el registro minero de Huaraz, dado que las dos primeras y parte de
la tercera se ubican en el distrito de San Marcos; sin embargo, cerca del 90%
de “Don Augusto” se extiende por Llata.
Durante muchos años, Antamina tocó las puertas de Río Mosna para
ofrecerle un pago exiguo a cambio de sus concesiones, tal como hacía con la
mayor parte de campesinos; sin embargo, sus ofertas nunca fueron aceptadas. A
inicios del 2012, Río Mosna se enteró que Antamina había logrado que se le
reconozcan derechos superpuestos sobre parte de sus concesiones gracias al EIA
que fuera aprobado por el MEM. Para ello Antamina falseó información
importante, dado que ante la observación hecha por la Dirección General de
Asuntos Ambientales Mineros (DGAAM) para que presente el plano de las
concesiones mineras que integraban el proyecto, dicha empresa solo incluyó el
nombre de las propiedades superficiales, sin señalar que el proyecto incluía
concesiones a nombre de otra empresa minera.
Amparados en este EIA –y a pesar de no contar con la resolución
aprobatoria de la Dirección General de Minería- Antamina inició una serie de
obras dentro del área delimitada del proyecto y, por ende, dentro de las
concesiones de Río Mosna. Ante ello, esta empresa presentó el 8 de febrero del
2013 una medida cautelar fuera de proceso contra Antamina ante el Juzgado Mixto
de Llata, a fin de que se abstenga de continuar ejecutando actividades mineras
no autorizadas dentro de su concesión “Don Augusto”.
El 15 de febrero, el juez EDGAR ESPINOZA AMBROSIO, a cargo del
juzgado mixto de Llata, amparó la medida cautelar asumiendo competencia
territorial, al comprobarse que la concesión afectada se encontraba dentro de
la jurisdicción de Llata, de acuerdo el Informe técnico N°
030-2001-INACC-DCM-AT-C, expedido por la Dirección General de Concesiones
Mineras (DGCM), ordenando así el cese de las actividades de Antamina en la
zona. El 22 de febrero, Río Mosna cumplió también con presentar una
demanda de interdicto de retener contra Antamina, aperturándose el Expediente
N° 09-2013.
Como era de esperar, Antamina se opuso tajantemente a la decisión del
juez Espinoza, señalando que las actividades realizadas no podían ser definidas
como actividades mineras, y que los terrenos superficiales donde se realizaban
las obras eran de su propiedad. Sin embargo, el juez Espinoza mantuvo el
proceso en trámite, corriendo traslado a Río Mosna inicios de marzo del
escrito de oposición presentado por Antamina, a fin de que cumpla con responder
a las mismas, sin cuestionar en ningún momento su competencia.
Sorpresivamente, un día antes de que dicha empresa presentara su
escrito, una orden proveniente del Presidente de la Corte Superior de Huánuco,
JORGE CARLOS CASTAÑEDA ESPINOZA, cambió totalmente la dirección del proceso: el
juez Espinoza Ambrosio fue cambiado intempestivamente por el juez ANGEL
GALLARDO BARRUETA, quien ya antes había trabajado en Llata y que al parecer
resultaba más “conveniente” a los intereses de Antamina.
Ello se demuestra porque, al día siguiente de su designación y con una
celeridad absolutamente inusual, el Juez Gallardo Barrueta declaró IMPROCEDENTE
el interdicto de Río Mosna declarándose incompetente por motivo de territorio,
declarando posteriormente la caducidad de pleno derecho de la medida cautelar.
Esta decisión resulta cuestionable no solo porque Río Mosna había fundamentado
con claridad la competencia del juzgado de Llata, sino porque el juez tomó su
decisión sin siquiera haber revisado los 100 folios que formaban parte del
expediente. Lo cierto es que, gracias a esta resolución, Antamina pudo retomar
sus actividades y obras dentro de las concesiones de Río Mosna con total
impunidad.
Extrañamente, los pobladores de Llata desconocen mayormente que su
ciudad tiene un nuevo juez mixto, y que este juez ha permitido que Antamina
siga avanzando de manera silenciosa sobre el territorio de su distrito. Tal vez
si lo supieran, muchos se opondrían a la presencia de dicho juez, más aún
cuando las denuncias por contaminación sobre esta empresa están en boca de
todos. Lo cierto es que ante la falta de una sociedad civil organizada en
Llata, es poco lo que se puede hacer cuando la justicia se arrodilla frente a
los intereses de una empresa poderosa.
CORRUPCIÓN EN LAS ALTURAS JUDICIALES
El largo brazo de Antamina, sin embargo, no parece limitarse a Llata. Y
es que ante la decisión del juez Gallardo, Río Mosna interpuso recurso de
apelación ante la Sala Civil Transitoria de dicha Corte, la cual tampoco parece
haber seguido lo dispuesto por la ley por motivos que deben ser investigados.
Al respecto, el 2 de abril del 2013 la Sala emitió resolución sobre el
cuaderno cautelar, señalando fecha de vista de causa para el día 15 de abril
del 2013. Asimismo, el 4 de abril señaló la misma fecha para la vista de causa
del cuaderno principal, siguiendo con ello una lógica clara: poder resolver al
mismo tiempo el asunto principal y la medida accesoria.
Sin embargo, el mismo 15 de abril la Sala Civil dejó sin efecto la vista
de causa del expediente principal señalando un presunto error de notificación,
disponiendo que el Juzgado de Llata corrija el problema. No obstante, en vez de
postergar también la vista del cuaderno cautelar, la Sala sí llevó a cabo dicha
audiencia, con el resultado que la decisión del juez Gallardo fue confirmada,
declarando caduca la medida cautelar. En otras palabras, la Sala decidió sobre
lo accesorio sin revisar siquiera lo principal. A pesar de ello, esta irregular
decisión no ha sido motivo de investigación por la ODECMA.
CERRANDO EL PASO AL MONSTRUO
Ante lo ocurrido, Río Mosna ha presentado recurso de nulidad de todo lo
actuado ante la misma Sala Civil de Huánuco, la que extrañamente declaró
improcedente esta solicitud el pasado 2 de mayo. De acuerdo a lo que nos
informaron, en estos días está pendiente un recurso de reconsideración de esta
decisión, lo que permitiría que el proceso siga abierto y se pueda seguir
discutiendo a nivel judicial las actividades de Antamina en la zona de Llata.
Sin embargo, la pregunta real es cuál puede ser el poder que puede tener el
Poder Judicial frente al poder de Antamina, cuya influencia viene calando ya,
como señalamos, en todas las autoridades de esta región.
Lo cierto es que, a diferencia de Ancash, la zona de Huánuco no parece
caracterizarse por un mayor interés sobre los temas ambientales, lo que le deja
a Antamina las puertas abiertas para evitar cualquier denuncia al respecto. Por
su parte, tanto la Corte Superior como el Ministerio Público han sido golpeados
recientemente por la destitución de varios de sus magistrados titulares por el
CNM, debido precisamente a las denuncias de corrupción que pesaban sobre ellos.
Esta debilidad también es favorable a Antamina, ya que le permite actuar sin
que haya mayor control sobre sus acciones. Por otro lado, entidades como la
OEFA –la cual llevó a cabo hace poco una visita en la zona y emitió un informe
aún desconocido- también parecen vulnerables al poder de esta empresa.
La pregunta entonces es, ¿qué hacer para poder enfrentar a este
monstruo? ¿Cómo evitar que Llata caiga, en unos años, en una situación similar
a la que hoy vive San Marcos, donde los alcaldes caen como moscas y gran parte
vive de la corrupción generada o permitida por Antamina? Una salida puede ser
rezarle a esta Virgen que hoy es celebrada por los llatinos, pero también sería
conveniente pensar en salidas terrenales, concretas, que permitan una
convivencia más sana y transparente entre minería y sociedad. Las autoridades
tienen la palabra.
LA JUSTICIA POCO RESPONSABLE DE ANTAMINA
En el reciente CADE llevado a cabo en Paracas, el sector minero fue
reconocido nuevamente como una de las principales palancas para mantener el desarrollo
económico y social del país, si bien se reconoció la necesidad de asumir una
mayor responsabilidad social sobre las necesidades del país, necesidades que
hasta ahora son vistas principalmente como la mejora económica de las
comunidades y poblaciones que forman parte de las empresas mineras.
La idea de responsabilidad social, sin embargo, va más allá del tema
económico, teniendo como uno de sus puntales el cumplimiento de las leyes y el
respeto de las instituciones del país en el que se desarrolla la actividad
minera, tal como lo establecen las Directrices de la OCDE sobre Buen Gobierno
Corporativo o la Guía ISO 26000 sobre Responsabilidad Social, entre otros. Sin
embargo, muchas empresas parecen no tener en consideración esta arista de su
responsabilidad empresarial, intentando manejar la ley y la justicia peruana a
su antojo.
Precisamente, el informe que presentamos da cuenta del comportamiento
poco responsable que ha asumido una de las empresas mineras más prestigiosas
del país, como es MINERA ANTAMINA S.A. (en adelante Antamina), dentro del
proceso judicial que mantiene con otra empresa minera, MINERA RIO MOSNA S.A.C.
(en adelante Río Mosna) en el distrito judicial de Huánuco. Considerada un
ejemplo en otras áreas, Antamina no parece ser sin embargo un buen ejemplo en
materia de respeto a la independencia judicial, logrando hasta el momento el
cambio de jueces o de sus criterios a fin de evitar la paralización de obras y
el arrojo de desmonte en las concesiones de la empresa demandante.
LA HISTORIA DE UNA MEDIDA CAUTELAR
A inicios de febrero del presente año, la empresa MINERA RIO MOSNA
S.A.C. (en adelante RIO MOSNA) presentó ante el Juzgado Mixto de Llata
una medida cautelar de innovar fuera de proceso contra MINERA ANTAMINA S.A. (en
adelante ANTAMINA), aperturándose el Expediente No. 08-2013-C.
Con esta acción, los representantes de Río Mosna buscaban que Antamina
se abstuviera de continuar ejecutando actividades mineras no autorizadas en
tres de sus concesiones: “Viejo Bromley”, “Estrella del Norte” y “Don Augusto”.
De éstas, las dos primeras se ubican en el distrito de San Marcos, provincia de
Huari (Ancash), mientras que la última (“Don Augusto”) se ubica en la provincia
de Huamalíes.
Esta medida se encontraba sustentada además en el informe técnico
pericial llevado a cabo por el perito minero Magno Oswaldo Ordoñez en
diciembre del 2012, en el cual concluía que “en las concesiones denominadas
Viejo Bromley y Estrella del Norte se han encontrado obras de construcción
civil para fines mineros, consistentes en depósitos de desmonte, áreas de
retiro de material de un suelo top soil, represamiento de la laguna Nescafé,
construcción de vías de acceso, y un canal de agua en construcción…”, agregando
que “de acuerdo a los planos del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) presentado
por Antamina, el proyecto de ampliación de los botaderos de desmonte
(específicamente el denominado Botadero Este) abarca parcialmente a las 3
concesiones de Río Mosna, lo que significa UNA INTRODUCCION EN SUS CONCESIONES,
situación prohibida por el artículo 53º del TUO de la Ley General de Minería”.
Sobre la base de este informe, el Juez EDGAR ESPINOZA AMBROSIO, entonces
a cargo del juzgado mixto de Llata, amparó a mediados de febrero la medida
cautelar asumiendo competencia territorial, en tanto una de las concesiones
objeto del litigio se encontraba claramente ubicada dentro de su jurisdicción,
siendo de aplicación lo dispuesto por el artículo 24º del Código Procesal
Civil, el cual estipula que, además del juez del domicilio del demandado,
también es competente, a elección del demandante, el juez del lugar en que se
encuentren el bien o bienes tratándose de pretensiones sobre derechos reales.
Aceptada la medida cautelar, el 22 de febrero Río Mosna presentó una demanda de
INTERDICTO DE RETENER, la misma que fue notificada a Antamina para que presente
los recursos que sustentaran su defensa. El 27 de febrero, esta empresa se
apersonó y presentó RECURSO DE OPOSICIÓN ante la medida cautelar y el
interdicto presentado, solicitando que la cautelar sea dejada sin efecto. Por
su parte, Río Mosna presentó su ABSOLUCIÓN DE LA OPOSICIÓN el 6 de marzo,
acompañando diferentes documentos que sustentaban claramente su posición, por
lo que esperaban que la medida cautelar mantuviera su valor.
Sorpresivamente, un día antes de que dicha absolución llegara a la Mesa
de Partes de Llata, el actual Presidente de la Corte Superior de Huánuco, JORGE
CARLOS CASTAÑEDA ESPINOZA, decidió de manera arbitraria trasladar al Juez
Espinoza a otra sede judicial, interfiriendo ilegalmente en el proceso. En
lugar de éste fue ubicado el juez ANGEL GALLARDO BARRUETA, quien anteriormente
había estado a cargo de dicho juzgado, y cuyo criterio resultó más
“conveniente” a los intereses de Antamina.
Ello se demuestra porque apenas un día después de asumir el cargo, el
Juez Gallardo Barrueta declaró IMPROCEDENTE la demanda de Interdicto de Río
Mosna, declarándose incompetente por territorio, a pesar de que claramente no
había tenido tiempo de leer el expediente. Más aún, el 11 de marzo el mismo
juez declaró la caducidad de pleno derecho de la medida cautelar, al haber
declarado improcedente la demanda, lo que dejaba la cancha libre a Antamina
para avanzar en las obras que estaba realizando sobre las concesiones de la
empresa demandante.
Ante este notorio cambio de posición, Río Mosna presentó apelaciones
ante ambas resoluciones ante la Primera Sala Civil Transitoria de Huánuco, las
que no tuvieron tampoco mayor suerte. Inicialmente, la Sala fijó el 15 de abril
como fecha de vista de ambas causas, pero ese mismo día dejó sin efecto dicha audiencia
sobre la causa principal –esto es, el interdicto de retener- por una cuestión
meramente formal, confirmando finalmente la caducidad de la medida cautelar a
pesar de no haber revisado el cuaderno principal.
Felizmente, y ante la denuncia pública que hiciera Río Mosna respecto a
la manera en que se estaba manejando este caso ante los medios de comunicación
de Huánuco, el Presidente de dicha Corte optó por cambiar al Juez Gallardo
Barrueta para nombrar en su lugar a MANUEL JESUS COTRINA MACCHA como Juez Mixto
de Llata. Asimismo, y ante este cambio, la Sala Civil Permanente de Huánuco
decidió que el proceso regresara nuevamente a fojas cero, a fin de que el caso
sea visto con mayor tiempo y, por ende, con mayor objetividad a la mostrada por
el segundo juez.
EL PODER DE OPOSICIÓN DE ANTAMINA
El 25 de octubre del 2013, luego de una aparente revisión exhaustiva del
expediente y de las pruebas presentadas por Río Mosna, el Juez Cotrina va a
declarar procedente la medida cautelar de “prohibición de innovar” presentada
por dicha empresa en contra de Antamina, disponiendo una vez más –tal como ya
lo había hecho el Juez Espinoza en febrero- que esta empresa se abstenga de
continuar realizando obras dentro de las concesiones pertenecientes a Río
Mosna.
En sustento a su decisión, el Juez Cotrina dejaba en claro que para lo
concesión de una medida cautelar no era necesario que se verifique o acredite
la posesión del bien o la realización de los actos perturbatorios –lo que debía
hacerse dentro del proceso principal- sino que era suficiente cumplir con los
requisitos procesales establecidos en el CPC, en especial la VEROSIMILITUD DEL
DERECHO o apariencia del derecho invocado a partir de la prueba aportada, lo
que a su entender se había logrado con las pruebas presentadas por Río Mosna.
Sin embargo, y luego de la oposición presentada por Antamina ante dicha
resolución a inicios de noviembre, el Juez Cotrina va a variar de manera
sorprendente –y sospechosa- su posición inicial, declarando FUNDADA dicha
oposición mediante Resolución No. 9 del 21 de noviembre de este año. Y decimos
sospechosa porque, en realidad, Antamina no va a presentar prueba nueva o
distinta sobre las pruebas ya incluidas en el expediente que fundamentaran el
cambio de opinión del magistrado; simplemente, éste cambió de opinión para
adoptar la posición de Antamina.
¿Cuál ha sido, en todo caso, este cambio de opinión? Contraviniendo
totalmente su primera posición, el Juez Cotrina señala ahora que, en tanto por
vía cautelar no pueden realizarse actuaciones adicionales, como peritajes o
inspecciones, no es posible demostrar en forma fehaciente que Río Mosna tenga
la “posesión” efectiva sobre sus concesiones, señalando más bien que Antamina
es la que tiene la propiedad superficial de dichas concesiones; de otro lado,
el Juez señala en su nueva resolución que los presuntos “actor perturbatorios”
no son necesariamente tales, dado que las obras que viene realizando Antamina
no son actividades propiamente mineras, además de llevarlas a cabo dentro de
sus terrenos superficiales.
En otras circunstancias, esta posición podría reflejar un
desconocimiento del marco legal relativo a la minería por parte de este Juez,
pero al darse a partir de una variación de sus fundamentos es claro que hay una
parcialización a favor de Antamina, la cual parece haber “convencido”
nuevamente a la justicia de Llata de que su posición es la “correcta”; o mejor
dicho, la más conveniente a los intereses personales de los magistrados.
UN OLVIDO NUEVAMENTE ¿INVOLUNTARIO?
Lo cierto es que una revisión de este expediente –al que pudo tener
acceso ProJusticia- muestra que la posición del Juez Cotrina –y por ende la
posición de Antamina- no resiste mayor análisis, debido a las claras evidencias
presentadas por Río Mosna respecto, de un lado, de los derechos que ha ejercido
a lo largo de los años sobre sus concesiones, como sobre el daño que vienen
ocasionando las obras de Antamina, no solo sobre las concesiones de la empresa
demandante, sino también sobre las poblaciones cercanas, como el mismo pueblo
de Llata.
Con respecto al primer punto, existen una serie de pruebas que dan
cuenta de las actividades que Río Mosna ha desarrollado a lo largo de los años
sobre sus concesiones, como informes de exploración minera, la aprobación de
una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) respecto del proyecto minero “Estrella
de Norte” (que no solo está referido a dicha concesión), el Informe de
Remediación Ambiental preparado por Buenaventura Ingenieros S.A., de fecha 30
de septiembre del 2004, y sobre todo, un convenio suscrito en mayo del 2001
entre SMRL Estrella de Norte y SMRL Viejo Bromley (sociedades mineras
antecesoras de Río Mosna), y Antamina, en el cual esta empresa paga a dichas
empresas un monto de dinero a título de indemnización, a fin de resarcir entre
otros daños, los correspondientes a la perturbación en el derecho de posesión
y/o en cualquier otro derecho, además de reconocer las licencias y permisos con
que contaban estas empresas sobre las concesiones mencionadas.
En otras palabras, estos documentos muestran no solo que Río Mosna ha
mantenido una actividad constante sobre sus concesiones, sino que estas
acciones eran conocidas por Antamina, la cual años antes ya había intentado
también apropiarse ilegalmente de dichas concesiones. Cabe señalar que Río
Mosna también presentó una carta fechada el 25 de noviembre del 2009, mediante
la cual Antamina solicita material de agregados proveniente de las concesiones
de dicha empresa para realizar diversas obras de construcción, reconociendo de
esta manera la posesión de dichas áreas. Sin embargo, para el Juez Cotrina
estos documentos no constituyen –extrañamente- pruebas que demuestran la
verosimilitud del derecho de Río Mosna.
Con respecto a la acreditación de los actos perturbatorios, el
expediente no solo contiene el informe técnico pericial arriba señalado, en el
cual se establece la calidad de “actividades mineras” de las obras realizadas
por Antamina al estar incluidas en su EIA, sino también información
pública de dicha empresa en la cual se señala que, en su solicitud de
modificación del EIA, se ha programado generar 2,239 metros cúbicos de desmonte
entre los años 2010 a 2015 que van a ser depositados en el Botadero Este; esto
es, sobre las concesiones de Río Mosna, lo que haría prácticamente irreversible
el daño a causar por el alto costo que significaría mover todo este desmonte a
otro lugar.
Por otro lado, para cualquiera que conozca de minería es evidente que la
colocación de este desmonte implica una afectación a la posibilidad de realizar
acciones estrictamente mineras en la zona, sea por la pérdida o perjuicio de
reservas de mineral por el movimiento de tierra causado o la voladura de rocas,
sea por los mayores costos que generaría para desarrollar labores de
explotación. Por tanto, estas obras implican una grave limitación de los
derechos que Río Mosna tiene sobre sus concesiones mineras, impidiéndoles
desarrollar los fines para las que fueron adquiridas; esto es, la exploración y
eventual explotación de los minerales allí existentes.
Todos estos argumentos parecen dejar en claro que el cambio de criterio
del Juez Cotrina responde a la protección de los intereses de Antamina antes
que a un cumplimiento estricto de la ley. Por lo pronto, Río Mosna ha
presentado un nuevo recurso de apelación sobre esta resolución a fin de que el
caso sea visto nuevamente por la Sala Civil Permanente de Huánuco, debido a que
la misma también es contraria al mandato de manejar este caso con una mayor
imparcialidad y objetividad que a la mostrada por sus antecesores. Es hora
entonces de que la Corte huanuqueña demuestre que puede ser independiente
frente a un poder económico que parece querer sentar sus reales en este lugar,
tal como ya lo ha hecho en Huaraz. Esperemos por el bien de esta región que
ello no sea así.
ANTAMINA Y SU VERDAD SOBRE LLATA
Por estos días, al igual que otras empresas mineras, MINERA ANTAMINA
debe estar dedicada a realizar chocolatadas y repartir panetones entre las
comunidades de su área de influencia, cumpliendo con una actividad tradicional
de relaciones comunitarias que ayuda a mantener contentos a “sus comuneros”.
Por lo pronto, los centros poblados de los distritos de Huari y San Marcos,
ubicados en la región Ancash, ya deben estar a la espera de las camionetas de
la empresa cargadas de presentes, a fin de celebrar la bella Navidad que les
promete la minería.
Estas camionetas, sin embargo, no llegarán igual de generosas para los
centros poblados del distrito de Llata (provincia de Huamalíes, región Huánuco)
a pesar de que a lo largo de este año, dicha empresa minera ha venido realizando
sigilosamente diversas actividades de exploración en la zona, además de
trasladar ya toneladas de tierra extraída de sus operaciones en el botadero que
viene construyendo en el lugar. Y todo ello por un solo motivo formal: que a
diferencia de “sus” distritos de Huari y San Marcos, Llata no es considerada
por Antamina como parte de su “área de influencia”, área hasta la cual solo
llega el corazón navideño de esta empresa.
Esta situación podría, empero, dar un giro radical en los próximos
meses. Por lo pronto, Antamina ya no ha podido continuar con su política de
ocultamiento y bajo perfil en Huánuco, más aún luego de la inexplicable compra
de más de 5,080 hectáreas de tierras en una de las comunidades de Llata; por
otro lado, la empresa RIO MOSNA S.A.C. viene luchando a brazo partido para que
ANTAMINA reconozca la competencia del juzgado mixto de Llata para resolver el
litigio que tienen ambas empresas sobre las concesiones de la segunda, mientras
que entidades como el Gobierno Regional de Huánuco vienen exigiendo también una
mayor transparencia sobre las actividades de ANTAMINA en la región.
UN PAGO CAÍDO DEL CIELO
Un asunto que hoy hace innegable la presencia de ANTAMINA en Huánuco es
la compra de amplias extensiones de terreno a la comunidad campesina de Túpac
Amaru, ubicada en el distrito de Llata, tal como ya fuera denunciado en un
informe anterior. Como bien ha reconocido el Gerente de Relaciones
Institucionales de dicha empresa, AUGUSTO CORNEJO, en una conferencia realizada
el pasado 5 de diciembre en la ciudad de Huánuco, estas compras se iniciaron en
octubre del 2011, cuando ANTAMINA adquirió 1,080 hectáreas de tierra a la
mencionada comunidad, a un costo de 7 mil dólares por hectárea, lo que implicó
un desembolso de cerca de 22 millones de nuevos soles. De acuerdo a la versión
de Cornejo, esta compra se hizo “porque los comuneros se las ofrecieron
reiteradamente”, señalando además que solo se trata de humedales de escaso
valor económico.
Posteriormente, por julio de este año, ANTAMINA volvió a comprar otras
4,000 hectáreas de la misma comunidad y al mismo precio, pagando nada más y
nada menos que cerca de 80 millones de soles, sumando un total de 102 millones
de soles que habría recibido esta comunidad por deshacerse de casi todo su
territorio comunal; sin embargo, de acuerdo a Cornejo, toda esta compra no
tendría mayor significado para ANTAMINA, dado que –a pesar de los millones
pagados- esta empresa no sabría aún que hacer con estos terrenos, diciendo en
pocas palabras que ANTAMINA le habría “regalado” a los comuneros de Túpac Amaru
esa montaña de dinero solo para que no los sigan molestando.
Como es evidente, la versión de Cornejo peca de varios vacíos y
falsedades. En primer lugar, de acuerdo a los datos recogidos por PROJUSTICIA,
las negociaciones por estos terrenos habrían sido iniciadas por ANTAMINA y no
por la comunidad, aprovechando la situación real de esta comunidad “fantasma”.
Y es que si bien la comunidad de Túpac Amaru cuenta con reconocimiento legal
desde diciembre de 1981, mediante resolución directoral No. 0337-81-DR-XI-H, en
la práctica esta comunidad NO EXISTE, dado que de los cerca de 30 comuneros que
se encuentran formalmente inscritos en dicha comunidad, más de 20 no residen en
Llata sino del lado de Huaraz, siendo además la mayor parte personas de
avanzada edad que son fácilmente manipulables por sus directivas.
En este marco, uno podría preguntarse para qué estos comuneros, que ni
siquiera viven en la zona, iban a estar tocando las puestas de ANTAMINA para
ofrecerles sus tierras. En realidad, los que se han beneficiado más de esta
venta han sido los actuales directivos de la comunidad, dado que de acuerdo a
la información recogida los comuneros habrían recibido solo una pequeña parte
de estos millones por sus parcelas, quedando la mayor parte del dinero en manos
de la Junta Directiva, en una cuenta en la que ANTAMINA también tendría cierta
injerencia. En todo caso, es claro que en este asunto de los terrenos hay mucho
gato encerrado, por lo que sería conveniente que las autoridades investiguen
con mayor profundidad las condiciones de dicha venta.
TU CASA, MI BOTADERO
Otra clara falsedad en la versión de Cornejo es su alegato de que
ANTAMINA habría pagado 102 millones de soles por terrenos sin tener claro cuál
era su interés económico al respecto. En un contexto de bajos precios de
mineral y cuando los directorios y accionistas exigen mayores resultados, es
por demás risible pensar que alguien va a decirles que se han gastado más de
100 millones de soles en un terreno sin importancia. Eso es algo que no ocurre
en ninguna empresa del mundo, por más responsable y filantrópica que sea. Por
tanto, hay allí una falta de sinceridad que es necesario desvelar.
En realidad, ANTAMINA sí tiene un claro objetivo económico con dichos
terrenos, que no es precisamente el ser una posible fuente de agua a mediano
plazo por ser zona de humedales. Tal como consta en el Estudio de Impacto
Ambiental “Incremento de Reservas y Optimización del Plan de Minado”,
presentado el 2010 por dicha empresa ante el Ministerio de Energía y Minas,
estos terrenos forman parte de un inmenso botadero de tierra que ANTAMINA piensa
implementar en los próximos años, a fin de ubicar allí todo el desmonte que
generen sus operaciones mineras en los siguientes 12 años. Extrañamente, este
EIA no incluye como área de influencia al distrito de Llata, a pesar de que una
mirada a los planos permite apreciar claramente que el botadero proyectado se
encuentra dentro de los linderos del distrito.
De acuerdo a la información recogida, ANTAMINA solo informó al MEM que,
en tanto el nuevo proyecto se trataba de una ampliación de su EIA presentado en
el 2008, el área de influencia seguía siendo la misma; esto es, el distrito de
San Marcos, en Ancash. Sin embargo, en la conferencia de prensa del pasado 5 de
diciembre, a Cornejo se le “escapó” un dato que no se conocía hasta entonces, y
es que ANTAMINA sí había considerado inicialmente a Llata como parte del área
de influencia de su nuevo proyecto, lo que finalmente fue retirado debido a que
ello iba a implicar un fuerte aumento en su presupuesto de responsabilidad
social y compensación ambiental (hecho que muestra además que para ANTAMINA el
dinero sí importa).
En todo caso, ello da un mejor fundamento tanto para entender por qué
ANTAMINA está tan interesada en adquirir terrenos en la zona de Llata –donde
existen otros propietarios que también han recibido ofertas por sus tierras-,
porqué puede gastar millones en dichos terrenos, y porqué prefiere que todo
ello se haga con el mayor sigilo posible. En este caso, el silencio vale oro
para ANTAMINA, dado que de otro modo tendría que asumir una responsabilidad
social y ambiental que le costará muchos más millones de lo que ya viene
gastando.
JUSTICIA, LA DE LLATA
Este fundamento permite entender, además, la gran resistencia que viene
mostrando ANTAMINA para que los asuntos relacionados con su nuevo proyecto sean
vistos en Llata, prefiriendo que cualquier problema sea visto en la
jurisdicción de Huaraz, donde esta empresa maneja la justicia a su antojo desde
hace años.
Ello es lo que viene ocurriendo precisamente con el juicio que la
empresa RIO MOSNA le ha interpuesto a ANTAMINA por no respetar las concesiones
mineras que esta empresa tiene entre Ancash y Huánuco: Estrella del Norte,
Viejo Bromley y Don Augusto. Como se sabe, desde abril del presente año RÍO
MOSNA viene luchando por interponer una medida cautelar fuera de proceso
(interdicto de retener) con el fin de que ANTAMINA deje de realizar obras y
otras operaciones dentro del área de sus concesiones, dado que ello se ha
venido haciendo sin su permiso y en total sigilo, tal como la mayor parte de
las intervenciones que tiene ANTAMINA en Huánuco.
Lo cierto es que ANTAMINA, antes que negar lo ocurrido, se ha
concentrado sobre todo en que este caso no se ha visto por el juzgado mixto de
Llata sino por el juzgado mixto de Huari, en Ancash, alegando que dichas
concesiones se encuentran formalmente inscritas en el Registro Público de
Minería de dicha región, pero con el claro interés de poder tener mayor
influencia sobre el resultado del proceso.
Sin embargo, los argumentos de RIO MOSNA para que su demanda sea vista y
resuelta en Llata son bastante contundentes, dado que no tienen solo sustento
normativo sino también un sustento técnico y pericial, como se muestra a continuación:
En primer lugar, el art. 24º del Código Procesal Civil dispone
que, además del juez del domicilio del demandado, también es competente, a
elección del demandante, el juez del lugar en que se encuentre el bien o bienes
tratándose de pretensiones sobre derechos reales (…) Si la demanda versa sobre
varios inmuebles situados en diversos lugares será competente el juez de
cualquiera de ellos, dejando en claro entonces que la competencia territorial
es facultativa para el demandante.
En segundo lugar, existe un Informe técnico (N°
030-2001-INACC-DCM-AT-C), así como un plano pre catastral expedido por la
Dirección General de Concesiones Mineras, en el que se señala la demarcación
del Derecho Minero Don Augusto, donde se señala al distrito de Llata como parte
de dicha concesión.
Esta información ha sido además ratificada por el INGEMMET (Instituto
Geológico Minero y Metalúrgico), el cual señala que conforme al Plano Catastral
proporcionado por la Unidad Técnico Operativa de la Dirección de Concesiones
Mineras, las concesiones Don Augusto y Viejo Bromley de código
09011851x01, se ubica en los distritos de Llata/ San Marcos, Provincias
Huamalíes/Huari, y Departamentos de Huánuco/Ancash.”
Sobre la base de estos argumentos, la Sala Civil de la Corte Superior de
Huánuco se ha pronunciado recientemente definiendo –en calidad de cosa juzgada-
que el juzgado mixto de Llata cuenta con la competencia territorial necesaria
para seguir adelante con dicho proceso, anulando una resolución previa expedida
por el juez mixto de Llata, ANGEL GALLARDO, el cual se había declarado
incompetente mediante una decisión bastante irregular, ya que había sido
expedido al día siguiente de asumir el cargo y sin una revisión exhaustiva del
caso.
A pesar de ello, ANTAMINA ha seguido oponiéndose a cualquier medida
judicial que le obligue a dejar de lado las operaciones que viene realizando en
las concesiones mineras señaladas, asumiendo recientemente una estrategia que
busca, nuevamente, quitarle cualquier competencia a la justicia de Llata. Es
así que en noviembre del 2013, esta empresa solicitó al juzgado civil de Huari
que promueva una contienda de competencia contra el juzgado mixto de Llata,
señalando que los supuestos actos perturbatorios de la posesión sobre las áreas
que corresponden a las concesiones mineras de RIO MOSNA se encuentra ubicadas
en el distrito de San Marcos, por lo que cualquier demanda debería ser vista en
su jurisdicción.
Asimismo, el escrito hace mención a que anteriormente RIO MOSNA habría
presentado previamente una medida cautelar fuera de proceso ante un Juzgado
Civil de Huaraz, y que los peritajes que serían necesarios para resolver el
caso debían ser realizados en la zona de San Marcos para sustentar su
competencia, argumentos que sin embargo no tienen mayor sustento: por un lado,
la medida cautelar mencionada nunca prosperó ya que ANTAMINA no fue emplazada
en juicio, tal como lo ordena el art. 29º del CPC; por otro lado, el que sería
competente sería en todo caso el juzgado de Huaraz y no el de Huari, por lo que
éste no puede exigir una competencia que no le corresponde.
Extrañamente, esta contienda ha sido interpuesta cuando el juzgado mixto
de Llata ya había asumido competencia plena y se encontraba en plena
tramitación del caso; además, ha sido promovida expresamente a pedido de
ANTAMINA y por un juzgado que suele tener a su cargo todos los juicios contra
esta empresa, juicios que además generalmente son resueltos a su favor. Pero lo
peor del caso es que, al parecer, ANTAMINA no informó en su solicitud al
juzgado de Huari que ya existía una decisión firme de la Sala Civil de Huánuco
respecto a la competencia sobre las concesiones de RIO MOSNA, induciendo así a
dicho juez en error, lo que implica una clara falta contra la administración de
justicia.
LA VERDAD DE LA MILANESA: EL CANON
Gracias a esta argucia procesal, ANTAMINA ha logrado hoy detener
temporalmente la tramitación de la medida cautelar en su contra, esperando que
la Corte Suprema –como órgano encargado de resolver la contienda de competencia
planteada- se pronuncie a su favor, ganando en todo caso mayor tiempo e
impunidad para sus operaciones. Sin embargo, más allá de lo que resuelva
finalmente el máximo órgano judicial, la cuestión de fondo sigue siendo la
misma: ¿por qué ANTAMINA se resiste tanto a reconocer su interés económico y
empresarial en la zona de Llata? ¿Y por qué ello no puede hacerlo de manera
abierta y transparente, como corresponde a la empresa socialmente responsable
que dice ser?
Lo único cierto es que, hasta ahora, los únicos que han resultado
beneficiados con la presencia de ANTAMINA en Llata han sido los comuneros
“fantasma” de Túpac Amaru y algunos pequeños centros poblados que han recibido
algunas obras de parte de ANTAMINA a cambio de su silencio. Los perjudicados,
empero, suman un número mayor: desde comuneros y ganaderos que se ven afectados
por la contaminación también “oculta” que genera dicha empresa hasta
propietarios que se ven afectados por las operaciones sigilosas de ANTAMINA.
Sin embargo, existe un afectado mayor que no ha sido considerado hasta
ahora, pero que ya debe ser tomado en cuenta: el GOBIERNO REGIONAL DE HUÁNUCO.
En realidad, la negativa de ANTAMINA por reconocer a Huánuco como área de
influencia tiene un fundamento claro y contundente: con dicho reconocimiento,
ANTAMINA tendría que aportar parte de su canon a Huánuco, quitándole una
porción de lo que le corresponde por ahora a Huari y San Marcos, con lo que
estos distritos se verían directamente afectados. En un contexto en el cual los
ingresos de las empresas mineras –y por tanto el monto del canon- se viene
reduciendo, es claro que ello no le conviene a dos de los distritos
considerados más ricos del país, precisamente gracias al aporte de ANTAMINA.
Por tanto, debemos tomar conciencia que la lucha por el reconocimiento
de Huánuco como zona de intervención de ANTAMINA es, finalmente, una lucha por
un canon que puede ayudar a esta región, y especialmente al distrito de Llata,
a salir de la situación de pobreza en la que se encuentra. Siendo así, es
necesario que todos los actores interesados en el desarrollo de Huánuco se
sumen y exijan de una vez por todas que ANTAMINA haga pública su presencia en
esta región, y la incorpore plenamente dentro de sus planes de expansión, claro
está siempre de una manejo serio y responsable para evitar también los
perjuicios sociales y ambientales que sufren hoy los otros distritos
mencionados. Y es que si bien por justicia la región Huánuco debe de gozar de
los beneficios del canon, ello no implica dejarle el paso libre a ANTAMINA para
que haga y deshaga a su antojo, como ya lo viene haciendo en Ancash.
ANTAMINA: EL CONTRAATAQUE JUDICIAL
Iniciado el Año Judicial 2014, la Corte Suprema tiene muchos casos por
resolver, expedientes que muchas veces tienen años esperando ser atendidos,
debido a la sobrecarga procesal que suele tener esta máxima instancia judicial.
En este mar de expedientes, sin embargo, existe uno recién llegado que puede
marcar una diferencia importante respecto a los límites que deben imponerse a
los abusos de la gran minería, sobre todo frente a empresas mineras más
pequeñas.
Este expediente es la contienda de competencia planteada por el Juzgado
Civil de Huari –ubicado en la Corte Superior de Huaraz- contra el Juzgado Mixto
de Llata –ubicado en la jurisdicción de la Corte Superior de Huánuco-, buscando
que el proceso que actualmente mantiene RIO MOSNA S.A. contra COMPAÑÍA MINERA
ANTAMINA S.A. en Llata pase a su jurisdicción, permitiendo así que ANTAMINA
pueda manejar el proceso a su antojo. No contenta con ello, el contraataque de
ANTAMINA incluye también la presentación de una acción de amparo ante el
Segundo Juzgado Civil de Huaraz contra RIO MOSNA, acción que sin embargo revela
algunas cosas que ANTAMINA quiso dejar ocultas hasta hoy.
El presente informe da cuenta, entonces, de esta nueva etapa de la pugna
judicial que viene sosteniendo RIO MOSNA contra una de las empresas mineras más
grandes y poderosas del país, etapa en la cual la Corte Suprema de Justicia va
a jugar un papel relevante. Por ello, esperamos que el mismo sirva para aclarar
a los jueces supremos, al igual que al público en general, este espinoso caso,
presentando sus aspectos más relevantes de manera clara y sencilla.
INICIANDO LA LUCHA JUDICIAL
Desde febrero del 2013, RIO MOSNA viene luchando judicialmente para
evitar que ANTAMINA lleve a cabo actividades mineras -no autorizadas en ningún
momento- sobre las tres concesiones mineras que dicha empresa tiene entre Llata
y Huari: “Viejo Bromley”, “Estrella del Norte” y “Don Augusto”, las mismas que,
de acuerdo a lo que ha reconocido la propia ANTAMINA- se encuentran dentro del
área de su “Modificación del Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto Minero
Antamina por Incremento de Reservas y Optimización del Plan de Minado”.
De acuerdo a este proyecto, que extrañamente cuenta con autorización del
propio MEM desde el año 2011, las concesiones de RIO MOSNA se encuentran dentro
de un gran botadero de desechos que provienen de las labores de extracción de
ANTAMINA, siendo construido a través de obras como la construcción de vías de
acceso, canales y una presa de contención. Lo curioso es que, a pesar de que
ANTAMINA reclama que estas obras son hechas sobre terrenos superficiales de su propiedad,
nunca comunicó a RIO MOSNA del inicio de dichas obras a pesar de saber de la
existencia de dichas concesiones y, peor aún, nunca incluyó al distrito de
Llata dentro de su nueva área de influencia, y menos informó a las autoridades
de Huánuco de que ya estaba realizando operaciones en dicha región.
Una vez conocidas estas actividades, RIO MOSNA encargó al perito minero
Ing. Magno Ordoñez Álvarez que realice una pericia para acreditar en forma
fehaciente los actos perturbatorios que realizaba ANTAMINA en el área de sus
concesiones. De acuerdo al informe pericial resultante, se demostró que
el denominado “Botadero Este” sí se estaba implementando sobre las 3
concesiones de RIO MOSNA, señalando expresamente que las dimensiones del
botadero “imposibilitan la realización de actividades mineras de RIO MOSNA en
sus concesiones; es decir, en toda el área donde este botadero se está
ejecutando, y en el área donde se proyecta”.
Sobre esta base, el 8 de febrero del 2013 RIO MOSNA solicitó ante el
juzgado mixto de Llata una medida cautelar de innovar fuera de proceso,
buscando con esta acción que ANTAMINA se abstuviera de continuar con la
construcción e implementación del Botadero Este. Posteriormente, y una vez
admitida la medida cautelar, la primera interpuso un interdicto de retener para
asegurar el cese de dichas operaciones. Sin embargo, cuando el proceso se
iniciaba y ANTAMINA era debidamente notificada, se produjo un primer cambio
sospechoso en el proceso: el juez a cargo del caso fue intempestivamente
cambiado, siendo colocado en su reemplazo otro magistrado que, en un solo día,
declaró improcedente el interdicto y la medida cautelar previa.
Interpuesta la apelación respectiva, la Sala Civil de Huánuco resolvió a
mediados de agosto del 2013 que dicha resolución era nula debido a un error de
interpretación del juez, y por tanto que le correspondía al juzgado mixto de
Llata asumir la competencia territorial del caso, señalando expresamente que el
art. 24º del Código Procesal Civil permitía que “además del juez del domicilio
del demandado, también es competente a elección del demandante, el juez del
lugar en que se encuentre el bien o bienes, tratándose de pretensiones sobre
derechos reales”.
EL CONTRAATAQUE DE ANTAMINA
Debido a los problemas generados con dicha decisión, y a fin de evitar
cualquier duda sobre la imparcialidad del proceso, la Corte Superior de Huánuco
decidió nuevamente cambiar al juez mixto de Llata, nombrando al juez MANUEL
JESUS COTRINA MACCHA al frente de dicho juzgado. Siguiendo lo dispuesto por la
Sala Civil, el juez Cotrina aceptó nuevamente la medida cautelar de innovar y
reinició el juicio de interdicto de retener contra ANTAMINA, lo que implicaba
que esta empresa debía paralizar en algún momento las obras y labores que
seguía realizando en “su” Botadero Este.
Teniendo las de perder, ANTAMINA apeló a una jugada procesal bastante
turbia, planteando ante el juzgado civil de Huari que promueva una contienda de
competencia contra el juzgado mixto de Llata, a fin de que el caso pase a su
jurisdicción. Para ello, y siguiendo el libreto de ANTAMINA, dicho juzgado
argumentó que las concesiones mineras de RIO MOSNA se encontraban ubicadas
principalmente en el distrito de San Marcos, que RIO MOSNA habría presentado
previamente una medida cautelar ante un Juzgado Civil de Huaraz, y que los
peritajes que serían necesarios para resolver el caso debían ser realizados en
la zona de San Marcos.
Gracias a esta contienda, planteada a inicios de noviembre del 2013,
ANTAMINA ha logrado que el proceso de interdicto ante Llata sea suspendido, por
lo menos hasta que la misma sea resuelta ante la Corte Suprema. Sin embargo, es
claro que los argumentos presentados por el juez de Huari no son lo bastante
contundentes para lograr que el caso pase a su jurisdicción, máxime si
consideramos que una instancia superior –como es la Sala Civil de Huánuco- ya
se pronunció sobre la competencia territorial del juzgado de Llata y señaló –en
calidad de cosa juzgada- que dicha competencia era procedente. Por otro lado,
la medida cautelar ha sido elevada a la Sala Civil de Huánuco, la que debe
confirmar su resolución anterior.
Por ello, ANTAMINA ha optado, no solo por dicha contienda, sino por un
mecanismo más directo, presentando ante el Segundo Juzgado Mixto de Huaraz que
despacha la Jueza Piedad Magdalena Talledo Guarderas, una acción de amparo
contra RIO MOSNA, el juez mixto de Llata y el Procurador Público del Poder
Judicial, solicitando expresamente que “se ordene a MINERA RIO MOSNA sea
abstenga de realizar actividades que estén destinadas por cualquier medio a la
exploración, extracción y explotación, o en general, actividad alguna en el
bien inmueble de la propiedad de Antamina, denominado Predio Yanacancha”, así
como se abstenga de impedir, limitar, menoscabar el ejercicio de los derechos
de Antamina, reconociendo que “se encuentra legitimada a realizar obras de
naturaleza civil” en dicho predio.
De acuerdo a ANTAMINA, el proceso seguido en Llata en su contra implica
no solo a sus derechos constitucionales a la propiedad y la libre empresa, sino
también un abuso de derecho procesal por parte de RIO MOSNA, redundando todo
ello “en perjuicios patrimoniales que ponen en peligro en funcionamiento de sus
operaciones”. Claramente esto último es una exageración, dado que las
operaciones de una empresa como ANTAMINA no pueden depender de la existencia de
un solo botadero de desechos. Sin embargo, no es lo único que esta demanda –que
ya ha sido admitida a trámite el pasado 18 de diciembre del 2013- permite
entrever de las falsedades que utiliza ANTAMINA para sustentar su posición.
Veamos:
En primer lugar, al señalar como primera pretensión autónoma que se
ordene a RIO MOSNA “abstenerse de realizar actividades que estén destinadas por
cualquier medio a la exploración, extracción y explotación”, ANTAMINA está
reconociendo implícitamente que dicha empresa SI ESTABA REALIZANDO ACTIVIDADES
MINERAS SOBRE SUS CONCESIONES Y POR TANTO LA POSESION DE LAS MISMAS, algo que
hasta entonces ANTAMINA había negado de todas las formas posibles.
En segundo lugar, el principal argumento de ANTAMINA es que con sus
obras ella está ejerciendo sus derechos de propiedad sobre el predio
“Yanacancha”, el cual ubica tajantemente en la zona de Ancash, alegando por tanto
que cualquier conflicto debe ser visto en dicha jurisdicción. Sin embargo, en
el punto V sobre Competencia y Legitimidad, ANTAMINA dice expresamente que
“conforme se destacará con más profundidad posteriormente, ANTAMINA como
empresa minera que es, necesita emplear para fines civiles el “Predio
Yanacancha” que se extiende entre Ancash y Huánuco para el desarrollo de su
proyecto minero en el departamento de Ancash” (el subrayado es nuestro). ¿En
qué quedamos entonces? ¿No es que este predio solo se ubicaba en Ancash? ¿Y si
también se ubica en Huánuco, no puede ser también competente en juez de Huánuco
por lo dispuesto en el art. 24º del CPC antes mencionado? ¿Por qué ANTAMINA no
reconoce ello en todo el texto?
En tercer lugar, en su escrito ANTAMINA miente descaradamente al
señalar que solo está destinando una extensión del predio Yanacancha “para la
construcción de obras de naturaleza civil” (ver punto 6.4), cuando a lo largo
del texto señala que se encuentra legitimada para operar en dicha zona gracias
a la aprobación del MEM de su proyecto por incremento de reservas y
optimización del Plan de Minado, el cual señala claramente que la zona será
utilizada como botadero de desechos mineros. Porque si no, ¿cómo puede ser que
paralizar unas cuantas “obras civiles” pondría en riesgo el conjunto de sus
operaciones, y con ello sus derechos constitucionales? Es claro que si ANTAMINA
señala que ello le genera una “afectación patrimonial”, es porque detrás de
estas “obritas” hay algo más importante que esta empresa no quiere reconocer.
La verdad de la milanesa, entonces –como dijimos en un informe anterior-
es que ANTAMINA no quiere dejar de operar en Llata porque –como lo reconoce en
su acción de amparo- SI LLEVA A CABO LABORES QUE SON DE IMPORTANCIA PARA SU ACTIVIDAD
MINERA, Y POR TANTO QUE FORMAN PARTE DE ESTE RUBRO. Siendo así, tanto el
distrito de Llata, como la provincia de Huamalíes y la región Huánuco DEBEN SER
CONSIDERADAS ZONA DE INFLUENCIA DIRECTA DE ESTA EMPRESA, además de tener
competencia jurisdiccional sobre cualquier conflicto que se presente al
respecto. Esto es lo que ANTAMINA no quiere reconocer, aunque luego de lo
señalado en la acción de amparo va a ser más difícil que lo niegue.
UN FINAL AÚN POR DEFINIRSE
Los dos frentes judiciales abiertos por ANTAMINA tienen un camino claro:
llegar a las máximas autoridades del sistema de justicia (esto es, la Corte
Suprema y el Tribunal Constitucional) esperando hacer uso de sus
influencias y de su poder económico para que las cosas se resuelvan finalmente
a su favor.
Por lo pronto, PROJUSTICIA cuenta con indicios que mostrarían un
acercamiento entre el estudio a cargo de los asuntos legales de ANTAMINA y uno
de los vocales supremos, y es muy probable que lo mismo se esté haciendo con
uno o más de los miembros del Tribunal Constitucional. Con ello, ANTAMINA echa
a tierra también el “abuso de derechos procesales” que le imputa RIO
MOSNA, ya que si por un lado esta empresa ha apostado principalmente a la
jurisdicción de Llata –que es donde en verdad corresponde ver este caso por
motivos territoriales-, es ANTAMINA la que abre todos los frentes posibles con
tal de obtener una victoria judicial.
Por tanto, el final de la pugna entre ANTAMINA y RIO MOSNA está aún
lejos de llegar, y lo seguro es que aún tenga varios meses para definirse.
Mientras, ANTAMINA sigue haciendo de las suyas sin enfrentar el verdadero
problema que está detrás de todo esto; esto es, ASUMIR SU RESPONSABILIDAD COMO
EMPRESA FRENTE AL IMPACTO SOCIAL Y AMBIENTAL QUE VIENE GENERANDO EN LLATA Y LA
REGION HAUNUCO. Solo esperamos que tanto la Suprema como el TC tomen
conciencia de la realidad de este problema, y logren que ANTAMINA sea
finalmente la empresa responsable que dice ser.
FUENTE: DIARIO YA - Huaraz
El candidato a la alcaldía Lannes Laguna Salazar en la reunión convocada por el Frente de Defensa llevado a cabo en la ciudad de Llata el 26.01.2014 dijo que el Presidente Regional Luis Picón está denunciado por Lavado de Activos; también dijo que hay un candidato que pretende ser alcalde de la provincia de Huamalíes que tambien estaría implicado en Lavado de Activos… A quien se habrá referido? ... uyuyuyyy
ResponderEliminarsr candidato lannes laguna le felicitamos por ser tan valiente en desenmascarar a estos seudos candidatos que engañan al pueblo comprando conciencias del pueblo huamaliano pero tambien esperamos que desenmascare de una vez con nombres y apellidos para que el pueblo lo juzgue y el mejor pago es el dia de las elecciones, analisemos cuando dicen aremos paros para que para levantar las encuestas a estos corruptos o esta manejado por alguien que no quiere decir quien es el lider entonces del paro: cuando dicen el pueblo lo hace pero quien encabeza porque ocultarse tras el pueblo. el paro es justo revindicador pero que sea un paro de verdad que no haygue quienes saquen provecho no utilisemos a los humildes campesinos pensemos en ser justos que dios vendigue a llata porque esta cayendo al precipicio con sus seudos lideres disfrazados de................
ResponderEliminarQuien maneja este BLOG puse mi comentario, y lo han borrado......................vayanse a la mierda pendejos.
ResponderEliminarQue moral tiene este seudo periodista Lannes Laguna Salazar, no saben que es un corrupto, que vive de la coima, de la colocacion de puestos de trabajo, que cobra al mes, si coloca a un conocido en algun trabajo, este personaje es de lo peor, prepotente............que derecho tiene. No le den tribuna............ de donde saco para la radio, tengan cuidado.... No vale la pena escuchar a este lobo disfrazado de Ovejita negra......
ResponderEliminarMucha tribuna a esta empresa Minera Rio Mosna, que beneficios para LLata, alguna vez han hablado de sus exploraciones hechas en territorio huamaliano. Estos ya han querido vender sus concesiones a Antamina.
ResponderEliminarLos huamalianos no somos tontos... no creo que nuestra gente se preste a esta jugada. ¿Cuál es el interés de Minera Río Mosna?...
ResponderEliminarINTERESANTE el presente artículo que desenmascara intereses ocultos tras bambalinas, evidentemente PROJUSTICIA hace un análisis orientado a buscar justicia con Rio Mosna, está bien. para estar enterados de todo este lado oscuro poder económico cuando uno se enfrenta a un poderoso.
ResponderEliminarMuy aparte de estas leguleyadas, los huanuqueños debemos rescatar la esencia de este informe, que pormenoriza este proceso, la descarada presunción de la minera Antamina cuando nos dice que los terrenos adquiridos a Llata, no saben en que van a ser utilizados, o cuando en su EIA dice: "Incremento de Reservas (agua) y optimizado del plan de minado", señores en toda estas tierras de la Virgen del Carmen hay mineral, y de buena ley, sino que lo diga la empresa que hizo estudios de geodinámica el 2012.
Llatinos despertemos y capacitémonos para enfrentar a un gigante a mediano plazo, para ello necesitamos formar lideres desde las escuelas, con valores y principios para que no sean presa de tentaciones tendenciosas, primero esta la tierra que nos vio nacer, y a ella queremos verla algún día pujante, y progresista.
La Sociedad Civil representado por el FREDDILL, está dando muestras de organización grupal, apoyemos y sumémonos a esta lucha.
Es de mediocres, la critica, el desanimo y la indiferencia, ahí en el camino iremos desnudando virtudes y falencias de los candidatos para optar por un verdadero líder para el sillón municipal, esta vez no será por compasión, sino por convicción programática y capacidad de gestión.
La verdad de todo, es que Antamina, invadio las concesiones de Rio Mosna, por diversas causas, la primera estrategia fue la compra de los terrenos superficiales de la cuenca hidrica de la provincia de Huamalies, segundo estrategia siendo privado toda esa superficie de 5,080 hectareas, nadie podria reclamar la contaminacion ambiental, de su componente Botadero de Desmonte Este, tercero saben que hay debajo de esa cuenca hidrica, esta un megaproyecto llamado Estrella del Norte, que sigue la misma caracteristica geologica del megayacimiento de Antamina, pero lo mas interesante es que es mas rico a mayor profundidad. Hermanos Llatinos ya despierten, luchemos por nuestro reclamo justo.
ResponderEliminarRealmente Antamina debe de reconocer estos errores, por aquellos malos funcionarios que tiene como Gerentes, vivos que estan en Milpo, luego saltan a Antamina, famoso Abraham Chahuan. Este vendio la informacion de todos los estudios geologicos hechos por Milpo, en la zona de la cuenca hidrica. Llata es rico y millonario, a esos lacayos de Rafael Alvarado Rubina (1998 - 2002), Chavez Oliva, fueron alcaldes justo en la epoca en donde Antamina queria invadir la provincia de Huamalies. Traidores vende Patrias.
La compañía minera Antamina que opera en el vecino departamento de Ancash pretende convertir al distrito de Llata, en la provincia huanuqueña de Huamalíes, en su basural de desechos mineros, según lo advirtieron en esta ciudad el abogado Fernando Ophelan y el periodista Christian Hudtwalcker, ambos de la ONG ProJusticia que puso al descubierto el sonado caso de los “narcoindultos” del gobierno aprista.
ResponderEliminar“No somos antimineros; todo lo contrario, apostamos por una minería responsable”, precisó Ophelan al revelar que hace unos días estuvieron en Llata informándose de situaciones de aparente corrupción que involucrarían a la referida minera.
“Antamina está en un plan de ingreso agresivo a Huánuco”, aseveró el presidente de ProJusticia sin ocultar su “preocupación por lo que se viene para Huánuco” con esta expansión de la referida minera.
Aseguró que el problema con Antamina es más complejo que el simple hecho de pretender convertir al distrito de Llata en el botadero de los desechos mineros de sus operaciones de extracción en Ancash.
Christian Hudtwalcker fundamentó esos temores al revelar que Antamina está recibiendo el apoyo cómplice de las autoridades de la Dirección General de Asuntos Ambientales Mineros del Ministerio de Energía y Minas, que han aprobado el Estudio de Impacto Ambiental 2010 de Antamina no obstante que no ha respondido a las observaciones e interrogantes que le ha formulado.
Pero también de la OEFA (Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental) que hasta ahora guarda silencio sobre el estudio que realizó entre marzo y abril en Llata.
El periodista que estuvo en Llata aseguró que Antamina está expandiendo su “Botadero Este” sobre concesiones y territorio registrados en Huánuco y comprando terrenos a comuneros sin explicarle a la población sus reales motivos.
“Antamina tenía que hacer talleres informativos con las poblaciones huanuqueñas, pero no lo ha hecho; le está ocultando información a la población”, aseveró.
Hudtwalcker aseguró que sólo los pobladores y autoridades de Huánuco pueden reclamar a Antamina. “Sólo queremos advertirles de lo que está pasando”, apuntó.