Teresa Chara de los Rios
Según el diccionario, el
plagio es la copia de algo sin autorización del dueño, inventor, diseñador o de
aquella persona que legalmente posee los derechos sobre este.
El plagio que un
candidato presidencial ha hecho de un libro que le correspondía a otro autor,
ha ocasionado diversas reacciones, desde quienes nos indican en las redes
sociales que le des un “click” si alguna vez has plagiado en tu vida, como
minimizando el delito, y otros quienes lo censuran y le piden su renuncia al
candidato.
Lo grave de este tema es
que quien lo ha hecho, es un empresario líder en educación, propietario de
varias universidades, ejemplo para las juventudes, a quien también se le ha
denunciado por plagiar su tesis doctoral, donde se han transcrito sin citas,
no sólo párrafos, sino hojas enteras.
Yo entiendo que quienes
le rodean se encuentren bastante preocupados, pues en su momento, aceptaron
acompañarlo en su plancha presidencial, creyendo que era el mejor candidato que
les aseguraba su elección a la Vice presidencia o al Congreso, desconociendo
que el candidato era un “artista del plagio. Probablemente a la fecha, ya han
aportado varios miles de dólares como aporte a la campaña electoral, y que por
sobre todo, tratarán de salvar lo invertido. Por eso los hemos visto en los
medios, haciendo una defensa penosa, tratando de minimizar los delitos
cometidos por su candidato, llamándolo “omisiones”.
En el caso de la tesis
doctoral, la situación es muy complicada, dada el prestigio que tiene la
universidad que le entregó el grado de Doctor. La universidad deberá
pronunciarse, y esta respuesta puede tardar varios meses, hasta que pasen las
elecciones. Mientras tanto el JNE no puede actuar.
A diferencia de la tesis,
el plagio del libro, tiene la denuncia del autor y seguirá su proceso
judicial, sin embargo, tuvo la suerte de no colocar la autoría del libro en su
Hoja de Vida, caso contrario, el JNE hubiera anulado su candidatura de
inmediato.
Pero si bien esta
complicada situación que ha puesto en apuros al candidato y a toda su plancha
presidencial está ocurriendo en Lima, valdría la pena preguntarnos ¿Cuántas
tesis plagiadas habrá en nuestra Casa Superior de estudios y demás
universidades? ¿Cuántos títulos, grados de magister y doctorados se tendrían
que anular al comprobarse el plagio? No sería una mala idea, nombrar una
comisión con personas respetables y de reconocida trayectoria ética, para que
revisen tantas tesis que se han dado en los últimos años. Mencionaré un
comentario que hizo un respetable expositor que nos visitó hace poco:
“Actualmente hay muchos Doctores, pero muy pocos señores. Si me dicen señor,
en vez de Doctor, me sentiría muy honrado”.
Felizmente para muchos
candidatos, es una suerte que no existan estas comisiones revisoras, pero
sobretodo, que seamos una población tan tolerante al plagio. No nos debería
extrañar, que el candidato en mención, en los próximos días pueda subir en las
encuestas. Todo va depender si es que su equipo de campaña lo presenta como una
víctima, por su origen humilde y campesino, entendiendo que en nuestro país la
mayoría de personas se sienten discriminadas por su origen provinciano, como
también hay una gran mayoría que no ha tenido acceso a los servicios educativos
de calidad y por lo tanto no valoran la dimensión de lo que significa un
plagio.
Lo otro, que algunos
integrantes de su plancha presidencial y congresal, sacrifiquen sus
postulaciones y den un paso al costado, al margen de la inversión económica
que hayan hecho y que no esperen a que el barco se empiece a hundir para recién
saltar.
FUENTE: PAGINA 3
NO HA PLAGIADO CIRO. EL SOLO HA COPIADO ORDENANZA DE OTRO MUNICIPIO.
ResponderEliminarEl candidato a quien se refieren es de procedencia provinciana acepten o no es un hombre exitoso esta persona no ha cometido homicidio como otros candidatos con antecedentes de genocida cuestionado por los Derechos Humanos ellos si son intocables por la prensa sensacionalista y amarilla .
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