09/12/2013 Samuel Cárdich es el escritor con el mayor número de libros para niños. No es un trabajo sencillo crear relatos infantiles para deleitar, atrapar y divertir a lectores con imaginación desaforada, fantasía pícara e hiperactividad irrenunciable.
El personaje de la literatura infantil no es un niño o un adolescente
necesariamente. Si fuera así, Los ríos profundos de J.M. Arguedas sería una
novela infantil. El niño Ernesto relata su percepción particular del entorno
andino, costumbres y cultura ancestral, en el contexto de conflictos sociales
no resueltos. El bagrecico, cuento de Francisco Izquierdo Ríos, es un cuento
infantil porque el personaje es un pequeño bagre envalentonado por las
experiencias del viejo bagre que desea conocer el mar. Mi planta de
naranja-lima, de José Mauro de Vasconcelos, narra las vicisitudes de Zezé, un
niño pobre, fantasioso, trabajador, víctima de maltrato físico, que se refugia
en la fantasía y el afecto para sobrevivir en una sociedad brutalmente
desigual. El lenguaje y la extensión aburrirían a cualquier niño, que hoy está
más cerca de los videojuegos, el cable y las redes sociales. En Día de crecida
y En esta casa llena de niños, de Samuel Cárdich, los personajes son infantes:
uno pícaro, vengativo y desarraigado; la otra, desamparada por la muerte
del padre y el abandono de la madre. Ellos mismos narran sus propias historias.
¿Son cuentos infantiles?
Hay un estereotipo equivocado sobre la literatura infantil. Cuando se
habla de cuento infantil rápidamente surgen los clásicos europeos: La
caperucita roja, El soldadito de plomo, El patito feo, Blancanieves, Pinocho y
Los tres chanchitos. Estos relatos populares, efectivamente, tienen objetivos
claros: dar una lección moral, divertir a los niños con historias ágiles y
motivar la crea-tividad y la imaginación. No se nombra Warma kukyay de
Arguedas, Maruja de Julián Huanay, Los gallinazos sin plumas de J.R. Ribeyro,
Tito y el caimán de Francisco Izquierdo Ríos o El Trompo de José Diez Canseco.
Samuel Cárdich ha publicado Tito Granito y el duende (Ediciones
Condorpasa, octubre 2013, Págs. 63), con el apoyo de las ilustraciones de
Jhonel Rosales Córdova, que refuerzan el contenido escrito. Villa Ene es el
escenario bucólico, paradisíaco y ecológico donde vive Tito Granito, la maestra
Armida, un director intolerante y cascarrabias, Nana Susana y su esposo
artesano, Chendo, el perro Doggy y el gato Lorenzo, papá Chío (José Alaluna),
la niña Carlita y el duende Guegué, personaje ora invisible, ora real. En este
paraje se respira aire puro, no hay congestión vehicular ni claxon
ensordecedor, las callejuelas están limpias, la basura no existe, abundan
árboles y pájaros. La vida trascurre apacible, alterada solo por las travesuras
de los niños, liderados por Lito Granito, que sacan de quicio a los adultos.
Lito Granito es un niño de 8 años, “travieso sin maldad”. Es la
pesadilla de la maestra de escuela, posee una hiperactividad incontrolable.
Nunca está tranquilo, siempre está pensando qué hacer. “Siempre está riéndose
de todo, es ágil como un resorte y no puede estar quieto más de diez minutos.”
Lito Granito pertenece a una familiar nuclear. La madre es ama de casa;
el padre, artesano. Los adultos, impacientes, sin sentido del humor ni empatía,
invocan la presencia de un duende local, llamado Guegué, un fantasma que “no
tiene cuello ni laringe para pronunciar palabras”. Desde entonces la rutina de
los 304 niños de Villa Ene cambia totalmente. Guegué les muerde la pantorrilla
y la nalga con sus cuatro dientes largos cada vez que son sorprendidos en plena
travesura.
La presencia del duende es una novedad en la literatura infantil
huanuqueña. El duende es un personaje de ficción, de leyenda, que tienen
nombres diferentes. El muki en los socavones de la mina acompaña las
perforaciones, el chullachaki en la espesura de la selva peruana se esmera por
extraviar al viajero. Puck es el duende de la comedia Sueño de una noche de
verano de William Skakesperae, travieso, burlón y pícaro. Guegué se enfrenta a
Tito Granito en una lucha sin cuartel. Al principio la balanza se inclina a
favor del duende, pero, con el apoyo de Carlita, que tiene olfato fino para la
presencia de olores, logra de-rrotarlo. Entonces la alegría, las travesuras y
la normalidad retornan a Villa Ene. Guegué es un duende mordedor, que se
parcializa con los adultos cascarrabias. Es un ser grotesco, sin habla ni
simpatía por los niños. Persigue la neutralización de las travesuras de los
niños. ¿Hay un niño que no sea travieso?
Hay en el libro cuestionamientos tal vez no deliberados, pero se abordan
con claridad. Nana Susana vive para cuidar a sus hijos a tiempo completo. Ella
sacrifica felicidad conyugal y expectativas personales. Se critica la educación
autoritaria, basada en la disciplina severa y la creencia de que el niño debe
ser quieto, pasivo, mutilado de la imaginación y sicomotricidad. Un niño jamás
está estático. Todos son activos, movedizos y atrevidos. Es cierto que “la
única etapa de la vida en la que se puede ser verdaderamente feliz” es la
niñez. Los niños aprenden jugando, imitando e imaginando. Sin embargo, los
niños de hoy ya no son los de antes. Han dejado la ingenuidad, la fantasía
pura, el lenguaje cortés y la sobriedad para comprender lo que leen, ven y
sienten. Con la tecnología, las redes sociales y la ausencia de los padres por
el trabajo absorbente son maliciosos, más visuales, con fantasía desbordada por
los cómics y animes. Prefieren ver, antes que leer. La escuela tiene que
motivar con inteligencia y persuasión la lectura de libros escritos para niños
con respeto a sus intereses lectores y madurez emocional.
Samuel Cárdich afanosamente, con talento,
lenguaje pertinente y sentimiento, ha escrito varios libros de corte infantil.
Tito Granito y el duende debe integrar el plan lector para niños de
primaria. Tito Granito y el duende es un relato que exalta el legítimo derecho
que tienen los niños para vivir su edad intensamente, sin restric-ciones, hacer
travesuras y moverse como pez en el agua en la escuela y la familia.FUENTE: DIARIO AHORA
ETILICO NO RESPETA LA EDAD DE LOS NIÑOS, POR ESO LOS CHANTAJEA PARA ASISTIR A SUS ACTIVIDADES POLITICAS, CON PICON PERTENECEN A LA MAFIA CORRUPTA.
ResponderEliminaren su desesperacion no sabe ni que hacer Itilo por que sabe que la gente en llata no le quiere.
ResponderEliminarHuamalianos solo nos queda liberar a Huanuco y Huamalies y todas las provincias de la ,mafia mas corrupta que hay en la region son los hermanos PICON QUEDO y KOKO GILES Y CLEVER ZEVALLOS
ResponderEliminarENRIQUECIMIENTO ILICITO POR NO ENTREGAR COMPROBANTE DE VENTA
ResponderEliminarESTE SEÑOR WILY BAJONERO AMASO FORTUNA, MEDIANTE DEFRAUDACION TRIBUTARIA, YA QUE POSEE UN NEGOCIO DE VENTA DE MERCADERIA DE PAN LLEVAR, Y NO EMITE FACTURA QA NINGUN USUARIO Y A ESO SE LLAMA DEFRAUDACION TRIBUTARIA AL ESTADO.
La no entrega de comprobantes de pago, la entrega de comprobantes que no reúnen los requisitos o que no corresponden al régimen del deudor tributario es una infracción tributaria tipificada en los numerales 1, 2 y 3 del artículo 174° del Código Tributario y normas modificatorias.
Estas infracciones son sancionadas con cierre del establecimiento o con multas, dependiendo del Régimen Tributario en el que se encuentre el contribuyente. Las multas mencionadas tienen como referencia la Unidad Impositiva Tributaria (UIT) o los ingresos mensuales.
WILY BAJONERO ENTREGA COMPROBANTES DE PAGO
NO SEA EVASOR